Artesanía Ari fue un negocio familiar, que sostuvo durante veinte años a un hogar de 6 miembros
El taller ocupaba una de las habitaciones de la vivienda. Los hijos crecimos entre materias primas, útiles y los muy distintos elementos con los que se trabajaba, Es por eso que desde muy pronto ya conocimos los procesos de producción. Todos íbamos colaborando en el taller adquiriendo experiencia y cometidos según la edad.
Con el tiempo, las tendencias comerciales cambiaron. Se instaló la preferencia por los artículos baratos y creados en serie que llegaban de la por entonces, exótica Asia. El pequeño y productivo taller, al igual que muchos de su época, se vio afectado y paró su actividad.
Hoy tras un tiempo de pausa forzosa, queremos darle una continuidad a aquel viejo taller familiar. Aportamos al proyecto la experiencia comercial y técnica adquirida durante estos años. Nuevas formas de plantear el diseño y la producción conservando la misma ilusión.
Paramos, pero nunca dejamos de crear